RECHAZO A TU IMAGEN CORPORAL
LA IMAGEN CORPORAL
La imagen corporal se refiere a cómo experimentas personalmente tu cuerpo. Más que una imagen mental de cómo te ves, tu imagen corporal consiste en tu relación personal con tu cuerpo, que abarca tus percepciones, creencias, pensamientos, sentimientos y acciones relacionadas con tu apariencia física. En otras palabras, la imagen corporal no es algo simple y singular. Es algo bastante complejo y multifacético. Para tener una idea de lo complejo que puede ser este tema, plantéate las siguientes preguntas sobre tu propia imagen corporal:
- ¿Hay aspectos de tu apariencia física que realmente no te gustan?
- ¿Piensas más en lo que no te gusta de tu apariencia que en lo que te gusta?
- ¿Pasas mucho tiempo preocupándote por lo que los demás piensan de tu apariencia?
- ¿Tu apariencia es realmente importante para ti a la hora de determinar tu autoestima?
- ¿Los mismos viejos pensamientos negativos sobre tu apariencia siguen apareciendo en tu cabeza y sonando como un disco rayado?
- ¿Evitas determinadas actividades o situaciones porque te sientes físicamente cohibido?
- ¿Gastas mucho tiempo, esfuerzo o dinero intentando “reparar” tu aspecto o intentando alcanzar la perfección física?
- ¿A menudo recurres a la ropa o a los cosméticos para intentar disimular los “defectos” de tu aspecto?
- ¿A menudo buscas la dieta definitiva, el ejercicio más eficaz para moldear el cuerpo, la ropa adecuada o los cosméticos o el peinado más favorecedores?
- ¿Tus sentimientos sobre tu aspecto te impiden aceptarte a ti mismo(a) o disfrutar de tu vida cotidiana?
- ¿Tienes dificultades para aceptar el cuerpo en el que vives? ¿Preferirías vivir en otro?
Tus respuestas afirmativas a estas preguntas indican que tu imagen corporal presenta algunas dificultades para ti. No estás solo(a). En un estudio científico a gran escala sobre la imagen corporal de estudiantes universitarios se descubrió que el 46 por ciento de los participantes tenían algún grado de insatisfacción o dificultades con la imagen corporal. Tener una imagen corporal negativa genera otros problemas en la vida. A continuación, se enumeran algunos de los problemas más frecuentes.
A menudo, una mala imagen corporal reduce la autoestima. La baja autoestima significa sentirse inadecuado como persona; significa que tiene una baja autoestima y que no se valora demasiado a sí mismo(a). Hasta un tercio de su autoestima está relacionada con lo positiva o negativa que sea su imagen corporal. Si no le gusta su cuerpo, es difícil que te guste la persona que vive allí.
La imagen corporal es parte integral de la identidad de género: sus sentimientos de hombría o masculinidad, o sus sentimientos de feminidad o feminidad. Algunas personas creen que no tienen las cualidades físicas necesarias para sentirse particularmente masculinas o femeninas (como la altura o la musculatura en el caso de los hombres, o la delgadez y los rasgos delicados en el caso de las mujeres). Esto puede disminuir su sensación de lo aceptables que se sienten para los demás. Una imagen corporal negativa puede causar ansiedad interpersonal. Si no puede aceptar su apariencia, probablemente deba asumir que a los demás tampoco les gusta su apariencia. Como resultado, te sientes cohibido(a) e inadecuado(a) en algunas de sus interacciones sociales. Por temor a la inspección y el rechazo social, puede incluso evitar situaciones en las que sientas que tu apariencia está en tela de juicio.
Si tu timidez física se refleja en sus relaciones íntimas sexuales, puede poner en peligro su capacidad para la satisfacción sexual. Si cree que su cuerpo desnudo es feo o inaceptable, el sexo se convierte en una fuente de ansiedad. Los investigadores y terapeutas sexuales han descubierto que una de las causas de las dificultades sexuales es el escrutinio consciente del propio cuerpo durante el sexo en lugar de sumergirse en la experiencia sensorial en sí. Al obsesionarse con las preocupaciones sobre su atractivo o con las maniobras para ocultar su cuerpo de la vista o el tacto de su pareja, el sexo se convierte en un acto de aprensión y evasión. Si apaga las luces para cubrir su cuerpo de oscuridad, ¡también puede estar apagando su placer!
La depresión y una imagen corporal negativa suelen estar entrelazadas. La depresión puede llevar a las personas a detestar su aspecto y viceversa. El autodesprecio y los pensamientos de desesperanza e impotencia sobre su aspecto son deprimentes. A su vez, este desaliento, como arenas movedizas, puede atraparte aún más en la autocrítica de tu cuerpo. Se convierte en un círculo vicioso de desesperación.
Una imagen corporal negativa puede provocar trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa. Se trata de problemas que se van acumulando gradualmente con el tiempo. Si te preocupa verte gordo(a), es posible que hagas dieta y ejercicio en exceso. Hacer dieta de forma crónica puede llevarte a comer en exceso, lo que puede precipitar las purgas. Tener una imagen corporal negativa, “gordofóbica”, no solo te predispone a patrones alimentarios alterados, sino que tener un trastorno alimentario socava tu imagen corporal. Cambiar una imagen corporal negativa es tan importante para prevenir los trastornos alimentarios como para vencerlos.
Soluciones quirúrgicas para la insatisfacción corporal
Cada vez más hombres y mujeres recurren a la cirugía estética para cambiar su aspecto. Según la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos (2007), casi 11 millones de estadounidenses se sometieron a procedimientos cosméticos quirúrgicos o mínimamente invasivos en 2006, a una tasa un 7% superior a la de 2005, un 48% superior a la de 2000 y un 800% superior a la de 1992. El mayor crecimiento reciente se da en los procedimientos mínimamente invasivos (peelings químicos, bótox, tratamientos con láser, microdermoabrasión, etc.).
En el libro Aspectos psicológicos de la cirugía plástica reconstructiva y cosmética (Sarwer et al. 2006), se analizó la evidencia científica sobre esta cuestión y se concluyó que para muchas personas la cirugía estética puede aliviar su descontento con una característica física específica. Toda cirugía conlleva riesgos, así como posibles beneficios, que dependen de la constitución física y psicológica de la persona que se somete a la cirugía, del procedimiento quirúrgico en particular y de la habilidad del cirujano. No obstante, la búsqueda desesperada de soluciones quirúrgicas, especialmente de un procedimiento seguido de otro y luego otro, indica que hay más cosas mal de las que uno ve desde afuera.
Decidir someterse a una cirugía no debería ser como decidir impulsivamente cambiar de peinado. Sopesar los pros y los contras requiere una deliberación meditada y bien informada.
Antes de optar por una cirugía estética, trabaja en el problema interior: tu imagen corporal. Después, si aún desea cambiarla, tendrás más probabilidades de obtener los beneficios emocionales de la cirugía que deseas.