TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Los trastornos de la personalidad se caracterizan por un patrón de comportamiento que se desvía de la conducta esperada de una persona, tanto por su intensidad como por su frecuencia, y que generan, en distintos grados, conflictos interpersonales. Existen diferentes trastornos de la personalidad. El manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5-TR) identifica diez de ellos. A continuación se mencionan los dos más frecuentes vistos en la práctica clínica.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD LÍMITE
Se caracteriza por una marcada inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen, las emociones y la conducta.
Existen nueve rasgos que identifican este tipo de personalidad. Para fines diagnósticos, la persona debe presentar al menos cinco de ellos:
- Miedo al abandono. Frecuentemente piensan que las personas que les rodean pueden abandonarlos, por lo que, al más mínimo indicio que esto pueda suceder, se enganchan en frenéticos esfuerzos para evitarlo.
- Inestabilidad en las relaciones interpersonales. Muestran un patrón intenso de relaciones caóticas.
- Inestabilidad en la autoimagen. Presentan cambios repentinos en sus metas, sus planes o sus creencias religiosas, así como también en la clase de amigos que tienen o en su identidad sexual, entre otros temas.
- Impulsividad. La cual se refleja en conductas tales como compras sin control, relaciones sexuales de riesgo, consumo de alcohol o drogas, conducir de forma temeraria, atracones y gastos excesivos.
- Conductas y amenazas suicidas o conductas de autolesión. Las cuales se presentan de manera crónica.
- Inestabilidad en las emociones. Los estados emocionales (irritabilidad, ansiedad, tristeza, entre otros) presentan una gran reactividad.
- Sentimientos crónicos de vacío. Sensación crónica de soledad, vacío, aburrimiento o hastío con pérdida de interés.
- Episodios de enojo. Los cuales frecuentemente son intensos e inmediatos con dificultad para controlarlos.
- Ideación paranoide temporal y síntomas disociativos. Los cuales están relacionados al estrés. Los síntomas disociativos se caracterizan por desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sensación de separarse de uno mismo).
Es frecuente que presenten problemas concurrentes del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, abuso de alcohol o drogas o trastornos de la conducta alimentaria.
TRATAMIENTO
Existen al menos cuatro tratamientos con eficacia altamente demostrada, destacando entre todos ellos la terapia dialéctica conductual. Tras ella, cabe destacar igualmente la terapia basada en la mentalización, la terapia basada en esquemas y la psicoterapia centrada en la transferencia.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD OBSESIVO-COMPULSIVA
Se caracteriza por una preocupación dominante por el orden, el perfeccionismo y el control interpersonal que se presenta en diversos contextos (trabajo, familia, relaciones sociales, etcétera).
SÍNTOMAS
- Se preocupan por los detalles, las normas, las listas, el orden y la organización o los programas hasta el punto de que descuida el objetivo principal de la actividad
- Muestran un perfeccionismo que interfiere con la terminación de las tareas.
- Muestran una dedicación excesiva al trabajo y la productividad que excluye las actividades de ocio y los amigos.
- Son demasiados conscientes, escrupulosos e inflexibles en materias de moralidad, ética o valores.
- Son incapaces de deshacerse de objetos deteriorados o inútiles aunque no tengan un valor sentimental.
- Estan poco dispuestos a delegar tareas o trabajo a menos que los demás se sometan a su manera de hacer las cosas.
- Son avaros hacia si mismos y hacia los demás; considera el dinero como algo que se ha de acumular para catástrofes futuras.
- Muestran rigidez y obstinación
Es frecuente que presenten problemas concurrentes del estado de ánimo y de ansiedad, entre otros.
TRATAMIENTO
La psicoterapia es la primera línea de tratamiento para el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva.
Terapia Cognitivo Conductual
Ayuda a la persona a identificar y cambiar sus asunciones y creencias centrales que tiene sobre sí misma y que generan sus respuestas de pensamiento, emocionales y conductuales. Mediante una serie de intervenciones psicológicas le ayuda a la persona a tener respuestas más adaptativas.